Los centros de salud dominicanos: un refugio para la comunidad haitiana
En un contexto marcado por las deportaciones masivas y la inseguridad en Haití, los centros de salud en República Dominicana se han convertido en un oasis para la comunidad haitiana. A pesar de las redadas y las expulsiones, estos centros ofrecen tratamiento médico sin discriminación, brindando esperanza y asistencia a quienes más lo necesitan.
Yolanda, una joven haitiana de 22 años, es un ejemplo de esto. Embarazada de ocho meses, acudió a un hospital dominicano cerca de la frontera con Haití para un chequeo médico. A pesar de ser haitiana, recibió atención médica sin problemas, y la doctora dominicana que la atendió destacó la importancia de atender a los pacientes independientemente de su situación migratoria.
La realidad en la frontera es compleja. En Dajabón, el mercado binacional está cercado por fuerzas de seguridad dominicanas, y solo se permite el acceso a quienes tienen un permiso de trabajo. Sin embargo, los centros de salud se han convertido en un refugio para los haitianos, donde pueden recibir tratamiento médico sin temor a ser deportados.
La directora de un hospital fronterizo, que prefirió mantener el anonimato, explicó que nunca se rechaza a un paciente por falta de espacio o por su nacionalidad. "A todo el mundo se atiende por igual, aquí usted viene y no tenemos sala en específico, sino una sala común", afirmó.
Además, los centros de salud han logrado disminuir drásticamente las muertes maternas gracias a la atención oportuna y a las transfusiones de sangre o traslados a unidades de cuidados intensivos en hospitales con más recursos.
Elena, una haitiana de 26 años casada con un dominicano, relató que, a pesar de las redadas, siempre encuentra la manera de acudir a consulta en el hospital. "Cuando se fue, ya vine al hospital", dijo, refiriéndose a las autoridades migratorias.
La situación en Haití es crítica, con una pobreza y violencia generalizadas. Los servicios migratorios suelen capturar haitianos en la entrada de los centros de salud, lo que ha llevado a algunas haitianas a dar a luz en sus casas por miedo a las deportaciones.
Sin embargo, el personal médico de varios hospitales consultado por EFE insistió en que nunca rechazan el ingreso de un paciente. "No hay ningún tipo de xenofobia hacia ningún tipo de raza, color, lengua", afirmó una enfermera con 29 años de experiencia.
En este contexto, los centros de salud dominicanos se han convertido en un refugio para la comunidad haitiana, ofreciendo tratamiento médico sin discriminación y brindando esperanza en un momento de gran necesidad.