Su designación sorprendió a muchos, incluido él, al asegurar que no se lo esperaba.
Uno de los artistas que hoy es un funcionario del nuevo gobierno, es Bonny Cepeda (Santo Domingo, 1954), quien pasa de ser un músico que en los años 80 fue uno de los pilares del merengue, a Viceministro de Cultura.
Su designación sorprendió a muchos, incluido él, al asegurar que no se lo esperaba. Que su única intención al acercarse al presidente de la República, Luis Abinader, fue su intención de colaborar con el cambio.
Que no esperaba nada. Y si llegaba, imaginaba que sería tal vez en alguna embajada, dada su condición de merenguero conocido en el exterior.
Pero igualmente se siente cómodo e ilusionado con su nombramiento y según ha dicho, desea hacerlo bien y dejar huella, en esta gestión que encabeza la ministra Carmen Heredia. “La música, y la cultura en sentido general, necesitan un doliente, una persona que lo haya sufrido, que lo haya vívido, que lo haya palpado”.
Con la ilusión de poder realizar los proyectos que tiene entre manos, Fernando Antonio Cruz, nombre real del artista, habló con este diario de sus planes en esta etapa de su vida.
Artistas jóvenes y viejos
En este momento de su vida, en el que la madurez le llama a pensar en la vejez, suya y la de sus colegas de oficio. En ese sentido, uno de sus planes es encontrar la forma de que la clase artística no tenga que mendigar ayuda cuando la edad los saque de los escenarios.
Pero así como piensa en los artistas veteranos, sus planes también se van al otro extremo. Esto porque piensa acercarse a los jóvenes intérpretes de música urbana, con la intención de que, sin querer cambiarles las formas y su esencia, que sus propuestas tengan más potencial de pegada en extranjero, al usar códigos y lenguajes más universales.
“En mi época de pegada yo también cambié mis códigos, porque tuve temas prohibidos y tuve letras fuertes”, recuerda Bonny, quien luego de cambiar pudo ser incluso nominado al Grammy Award, en la categoría Best Tropical Latin Performance, por su disco “Noche de Discotheque”, en 1986.
Ese interés por la mezcla de música y juventud también lo ha llevado a anhelar que como en el pasado, cuando él tuvo la suerte de encontrarse con el arte de combinar el sonido y los tiempos, gracias a las bandas de música que había en los barrios, procurará trabajar para que eso vuelva.
Para ello se ha unido al también músico, Manuel Jiménez, alcalde de Santo Domingo Este. “Ya tenemos como proyecto reactivar las bandas de música, de manera que la cultura se expanda a nivel de los barrios”, comenta, y que es un incentivo que puede beneficiar a la juventud que en sectores populare tienen talento para música.
Sensible ante esta realidad ya que es algo que le tocó vivir cuando siendo adolescente residía en Villa Consuelo y tenía el deseo de conocer el mundo de los instrumentos. Un momento en el que su hermano mayor Richie, tuvo que trabajar en un taller de mecánica para de alguna manera ayudarlo costear sus estudios musicales.
(** Note: This article was migrated from a legacy system on 7/15/2023)