Persio Maldonado, una figura destacada en el ámbito periodístico y legal de República Dominicana, ha levantado su voz para plantear una visión renovada sobre el papel del Estado en el apoyo a los medios de comunicación. Como director del periódico El Nuevo Diario y presidente de la Sociedad Dominicana de Diarios, su propuesta se enmarca en un contexto donde la libertad de prensa y la sostenibilidad de los medios se ven amenazadas por nuevos desafíos digitales y económicos. Su llamado a modernizar la legislación vigente resuena como un eco necesario en una era marcada por la rápida evolución tecnológica y la proliferación de informaciones falsas.
La Ley 61-32, promulgada en 1962, ha quedado desfasada ante los nuevos paradigmas comunicacionales. Maldonado argumenta que esta normativa, creada en un contexto histórico radicalmente diferente, no responde a las exigencias constitucionales actuales ni a los retos que plantean las plataformas digitales. Su postura se fundamenta en la necesidad de crear un marco jurídico que garantice tanto la libertad de expresión como la responsabilidad social, equilibrando derechos individuales con protección colectiva. Este planteamiento cobra especial relevancia cuando se analiza cómo las redes sociales han democratizado la información pero también han multiplicado los riesgos de manipulación.
El eje central de su propuesta gira en torno a la creación de un Instituto Nacional de Comunicación autónomo, entidad que sustituiría a la obsoleta Comisión de Espectáculos Públicos y Radiofonía. Este nuevo organismo tendría la delicada misión de regular el espectro comunicacional sin caer en censuras previas, garantizando pluralismo y diversidad de voces. La iniciativa busca establecer protocolos claros para el manejo de contenidos en medios tradicionales y digitales, incluyendo mecanismos de transparencia y rendición de cuentas que fortalezcan la confianza ciudadana.
Uno de los aspectos más innovadores de esta propuesta legislativa radica en su enfoque sobre las plataformas digitales. Maldonado insiste en la necesidad de regular el funcionamiento de estos espacios virtuales, estableciendo parámetros que respeten los derechos humanos mientras combaten la desinformación. Plantea la implementación de mecanismos de verificación de contenidos y la aplicación de sanciones proporcionales para quienes difundan informaciones falsas de manera intencional, especialmente cuando estas ponen en riesgo la estabilidad democrática o la seguridad nacional.
La relación entre Estado y medios de comunicación adquiere matices complejos en este análisis. Maldonado sostiene que el apoyo gubernamental no debe traducirse en control ni censura, sino en la creación de condiciones favorables para el ejercicio periodístico independiente. Propone beneficios fiscales específicos para medios que cumplan con estándares éticos comprobables, así como programas de capacitación continua para profesionales de la comunicación. Esta visión busca fortalecer el cuarto poder sin comprometer su autonomía, reconociendo su papel fundamental como contrapeso democrático.
Los desafíos económicos que enfrentan los medios tradicionales constituyen otro frente de atención. La migración de audiencias hacia plataformas digitales, combinada con la disminución de ingresos publicitarios, ha creado una crisis de sostenibilidad que Maldonado considera riesgosa para la salud democrática. Su propuesta incluye mecanismos de financiamiento mixto que combinen recursos privados con apoyo estatal, siempre bajo estrictos controles de transparencia para evitar dependencias perjudiciales.
La protección de la niñez y la promoción de contenidos culturales nacionales emergen como prioridades en este nuevo marco regulatorio. Se plantean horarios de protección al menor en transmisiones televisivas y radiales, así como cuotas mínimas de producción local en medios audiovisuales. Estas medidas buscan equilibrar la globalización cultural con la preservación de identidad nacional, particularmente relevante en un país con fuertes influencias mediáticas extranjeras.
El fenómeno de las fake news recibe especial atención en el análisis de Maldonado. Propone crear una red nacional de verificación de datos que funcione como ente consultivo para medios y ciudadanía, combinando tecnología de punta con expertise periodístico. Esta iniciativa se complementaría con campañas educativas masivas sobre alfabetización mediática, buscando empoderar a la población para discernir entre información verificada y contenido engañoso.
La dimensión internacional del problema no se soslaya en este planteamiento. Maldonado aboga por la creación de acuerdos regionales para combatir la desinformación transfronteriza, estableciendo protocolos de cooperación entre países caribeños y latinoamericanos. Esta perspectiva geopolítica reconoce que los desafíos comunicacionales actuales trascienden las fronteras nacionales y requieren respuestas coordinadas.
La protección del ejercicio periodístico se manifiesta en propuestas concretas sobre cláusula de conciencia y secreto profesional. Se plantea la creación de un colegio de periodistas con facultades disciplinarias y de certificación profesional, elevando los estándares éticos de la profesión. Paralelamente, se fortalecerían los mecanismos legales para proteger a comunicadores de demandas estratégicas contra la participación pública (conocidas como SLAPP), que buscan silenciar investigaciones periodísticas mediante recursos judiciales abusivos.
La transición digital de los medios tradicionales emerge como otro pilar fundamental. Maldonado propone programas de reconversión tecnológica apoyados por el Estado, incluyendo capacitación en narrativas digitales y desarrollo de plataformas propias. Esta visión reconoce que la supervivencia de los medios locales pasa por su capacidad de innovar y competir en el ecosistema digital global sin perder su esencia informativa.
Referencias usadas en Artículo
- Persio Maldonado Sánchez – Centroamérica Cuenta
- Abinader presenta nuevo proyecto de ley de libertad de expresión – Listín Diario
- Persio Maldonado plantea necesidad de que el Estado apoye a la prensa – CDN
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