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Prevención y cuidado ante el aumento de virus respiratorios en niños del Distrito Nacional

Conozca cómo el aumento de virus respiratorios en niños del Distrito Nacional, incluyendo Influenza y Virus Sincitial Respiratorio, afecta a la población y qué medidas recomienda el sistema de salud para prevenir y tratar estas enfermedades.

Durante los meses de noviembre y diciembre, hospitales y clínicas del Distrito Nacional han experimentado un aumento significativo en la afluencia de pacientes con afecciones respiratorias. Este incremento, que afecta principalmente a niños pequeños aunque también incluye casos en la población adulta, ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias dominicanas y a la comunidad médica nacional. Se trata de una situación que, aunque representa un desafío para el sistema de salud, es completamente manejable con las medidas preventivas adecuadas y la información oportuna que llegue a todos los hogares dominicanos.
Los virus circulantes en nuestro territorio
La doctora Mabel Jones, directora del Hospital Infantil Doctor Robert Reid Cabral, ha confirmado la circulación del Virus Sincitial Respiratorio (VSR), Influenza A y B, así como del virus H1N1 en el Distrito Nacional. A estos se suman algunos virus gastrointestinales que están provocando síntomas como tos, congestión nasal, fiebre, cansancio y malestar general. Es importante destacar que estas infecciones respiratorias no son nuevas ni desconocidas en el país; se trata de virus estacionales que históricamente han mostrado un incremento en el período de fin de año, cuando las temperaturas descienden y las personas pasan más tiempo en espacios cerrados.

El doctor Clemente Terrero, exdirector del Hospital Infantil Robert Reid Cabral, ha informado que el virus sincitial respiratorio afecta de manera particular a los niños, mientras que la influenza puede impactar a la población adulta y a aquellas personas que padecen enfermedades preexistentes. Aunque se trata de una situación normal para esta época, la vigilancia constante del Ministerio de Salud Pública a través del monitoreo centinela permite detectar y controlar cualquier variación en la circulación de estos agentes infecciosos.

Quiénes corren mayor riesgo
Los niños menores de dos años representan la población más vulnerable ante el virus sincitial respiratorio, siendo esta la principal causa de enfermedad del tracto respiratorio inferior en los infantes pequeños, como ha enfatizado el informe nacional sobre vulnerabilidad infantil. Estudios internacionales han revelado que la tasa de hospitalización es especialmente elevada en los menores de un mes, seguida por los menores de seis meses. Aproximadamente la mitad de todas las hospitalizaciones por este virus corresponden a niños prematuros.

Existen factores de riesgo adicionales que aumentan la gravedad de estas infecciones: las cesáreas, la contaminación ambiental, la exposición al humo de tabaco, deficiencias inmunológicas, enfermedades pulmonares crónicas, antecedentes de asma, cardiopatías congénitas y otras comorbilidades. Por esta razón, requieren especial atención los adultos mayores, los asmáticos, pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, personas con cardiopatías e individuos inmunocomprometidos.

Reconociendo los síntomas para actuar a tiempo
Los síntomas de estas infecciones respiratorias son similares entre los diferentes virus circulantes: fiebre repentina, tos, congestión nasal, malestar general, cansancio e incluso dolores musculares y articulares. En el caso específico de la influenza, pueden presentarse dolor de cabeza, tos seca, dolor de garganta y escalofríos. En los niños, la enfermedad puede manifestarse también con vómitos, diarrea o dolores intensos en las piernas.

Es crucial que los padres y cuidadores acudan a los centros de salud dentro de las primeras cuarenta y ocho a setenta y dos horas de iniciados los síntomas, para permitir un diagnóstico e intervención oportuna. Los especialistas enfatizan que es particularmente importante acudir a consulta médica cuando hay señales de alerta como deshidratación, vómitos frecuentes, rechazo a la alimentación, o cuando el malestar es especialmente intenso.

Medidas de prevención que todos podemos implementar
La prevención es la herramienta más poderosa con la que contamos los dominicanos para proteger a nuestras familias. El Ministerio de Salud Pública y la comunidad médica nacional recomiendan mantener el lavado frecuente de manos con agua y jabón durante al menos veinte segundos, especialmente antes de comer, después de usar el baño y al llegar a casa. Este gesto simple pero efectivo es particularmente importante en los niños y adolescentes, tal y como advierte el Ministerio de Salud Pública en sus recomendaciones.

En espacios cerrados o concurridos, el uso de mascarilla es una medida preventiva recomendada, siguiendo la tendencia de países con alta circulación viral. Es fundamental mantener los espacios bien ventilados, evitar el contacto cercano con personas que presenten síntomas respiratorios, y mantener una distancia prudencial cuando se sospeche de infección.

Las personas que presentan síntomas deben evitar asistir a sus lugares de trabajo, escuelas y espacios públicos, considerando responsablemente la salud de la comunidad. Las autoridades sanitarias enfatizan la importancia de no enviar a los niños a clases cuando muestren síntomas, permitiendo su recuperación en el hogar y evitando la transmisión a otros infantes.

Otra medida esencial es evitar la automedicación, especialmente el uso de antivirales sin supervisión médica. El cuidado personal incluye también dormir adecuadamente, mantenerse hidratado, practicar ejercicio físico regular y consumir alimentos nutritivos que fortalezcan las defensas del organismo.

La vacunación como estrategia de protección
La vacunación representa una línea de defensa fundamental en la protección contra la influenza. Actualmente, ya está disponible una vacuna para las personas de mayor edad como estrategia de prevención. Para las mujeres embarazadas, la vacunación es particularmente importante, ya que los anticuerpos maternos se transmiten al recién nacido, proporcionando protección en las primeras semanas de vida cuando los bebés son más vulnerables.

Los especialistas subrayan que la vacunación debe aplicarse cuando el paciente está asintomático y en condiciones estables. Aunque algunos sectores muestran resistencia a esta medida, la evidencia científica demuestra consistentemente que la vacunación reduce significativamente la incidencia y severidad de estas infecciones respiratorias, como señala el reporte sobre campaña de inmunización en el país.

Un reto de acceso a la atención médica
Es importante reconocer que existe un reto real en el acceso al diagnóstico y tratamiento de estas infecciones en el país. Los análisis para detectar influenza tienen un costo que, en muchos casos, no son cubiertos por las aseguradoras, mientras que los medicamentos antivirales pueden oscilar en precios que dificultan el acceso para muchas familias dominicanas. Esta situación requiere atención de las autoridades para garantizar el acceso oportuno al diagnóstico y tratamiento cuando sea necesario, de acuerdo a recientes reportes sobre el costo de pruebas respiratorias en la República Dominicana.

En los casos donde las familias no pueden costear las pruebas virales, la atención médica se centra en el manejo de síntomas y en el tratamiento de condiciones como neumonía, sobreinfecciones o crisis bronquiales, dependiendo de la evaluación clínica del médico tratante.

La situación de virus respiratorios que experimenta el Distrito Nacional en esta temporada refleja una realidad estacional predecible y controlable. Con el compromiso de cada dominicano hacia las medidas preventivas recomendadas, la vigilancia constante del Ministerio de Salud Pública, y el trabajo incesante de los profesionales de la salud en hospitales y clínicas, es posible minimizar el impacto de estas infecciones en nuestras comunidades. La información, la prevención y la atención médica oportuna son los pilares que permitirán que nuestras familias, especialmente nuestros niños, atraviesen esta temporada de manera segura. La responsabilidad individual en el cuidado de la salud se convierte en responsabilidad colectiva que protege a todos aquellos que nos rodean, reflejando los valores de solidaridad y cuidado mutuo que caracterizan a la República Dominicana.

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