La República Dominicana se encuentra en un momento crucial de su historia económica. Las recientes declaraciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y del ministro de Hacienda y Economía han puesto sobre la mesa la necesidad impostergable de una reforma fiscal que fortalezca las finanzas públicas y siente las bases para un futuro próspero y sostenible.
El Contexto Económico Dominicano: Desafíos y Oportunidades
Nuestra nación caribeña ha demostrado una notable capacidad de crecimiento económico a lo largo de las décadas, posicionándose como líder en América Latina con una tasa media anual de crecimiento de aproximadamente cinco por ciento desde los años setenta. Este excepcional desempeño ha permitido avances significativos en la reducción de la pobreza y la mejora de los niveles de vida de los dominicanos.
Sin embargo, el país enfrenta actualmente una desaceleración económica que, según proyecciones de la CEPAL, ubicaría el crecimiento en un tres coma siete por ciento para este año. Esta realidad fue reconocida públicamente por el presidente Luis Abinader, quien admitió que la economía dominicana ha experimentado una desaceleración, pasando de crecer un cinco por ciento a un dos coma siete o tres por ciento, una situación que la población está sintiendo directamente en su día a día.
La Propuesta de la CEPAL: Un Camino Hacia la Estabilidad Fiscal
Noel Pérez, encargado de la División de Desarrollo Económico de la CEPAL, ha presentado una hoja de ruta clara para que República Dominicana canalice los recursos necesarios para el desarrollo. Su propuesta se centra en fortalecer los niveles de recaudación fiscal, mejorar la calidad del gasto público y garantizar que la inversión estatal sea verdaderamente eficiente (propuesta CEPAL para reforma fiscal).
Las recomendaciones de este organismo internacional incluyen acciones estratégicas para reducir la evasión de impuestos y evaluar los gastos tributarios con el objetivo de racionalizarlos. Esta aproximación técnica y fundamentada ofrece una perspectiva esperanzadora para superar los desafíos fiscales actuales.
El Liderazgo del Ministro Magín Díaz: Diálogo y Consenso
La reciente designación de Magín Díaz como ministro de Hacienda y Economía representa una señal clara de la determinación gubernamental para impulsar una reforma fiscal consensuada. Díaz ha abogado por establecer un diálogo constructivo entre todos los sectores productivos del país, considerándolo la base fundamental para construir una política fiscal moderna, eficiente y sostenible.
En sus encuentros con directivos de la Organización Nacional de Empresas Comerciales (ONEC), el ministro ha demostrado su compromiso con una gestión abierta y participativa. Su enfoque de trabajar "de la mano con todos los sectores que generan valor a la economía" refleja una visión integradora que promete fortalecer el tejido económico nacional.
El Déficit Presupuestario: Un Desafío Histórico con Solución a la Vista
República Dominicana ha mantenido tradicionalmente un déficit presupuestario que ronda el tres por ciento del Producto Interno Bruto, obligando al gobierno a recurrir a préstamos internacionales para cubrirlo (problemática del déficit presupuestario). Esta situación, lejos de ser una debilidad insuperable, representa una oportunidad para implementar reformas estructurales que fortalezcan la autonomía fiscal del país.
La reforma tributaria anteriormente propuesta planteaba captar fondos por un monto de RD$ 125 mil millones, recursos que estarían destinados a reducir el endeudamiento público y combatir efectivamente la evasión y elusión tributaria (retiro del proyecto de reforma fiscal). Aunque esta iniciativa fue retirada del Congreso Nacional en octubre pasado ante reclamos sociales, la experiencia ha proporcionado valiosas lecciones sobre la importancia del consenso social en los procesos de reforma.
Visión Internacional: El Respaldo del FMI y las Oportunidades de Inversión
El Fondo Monetario Internacional ha reconocido el potencial transformador de una reforma fiscal integral en República Dominicana. Según sus proyecciones, estos cambios podrían aumentar el nivel del producto interno en aproximadamente uno por ciento al cabo de diez años y dos por ciento en el largo plazo, mientras que simultáneamente ayudarían al país a atraer mayor inversión extranjera (opinión del FMI sobre la reforma fiscal).
La perspectiva de alcanzar el grado de inversión de los bonos soberanos abriría nuevas oportunidades para el país, generando una reducción en las tasas de interés, un aumento en los flujos de capital y una expansión de la base de inversionistas. Este escenario también beneficiaría al sector privado dominicano mediante la reducción de los costos de financiamiento.
Estrategias Complementarias: Inversión Privada y Sectores Clave
El gobierno ha propuesto una estrategia inteligente que combina el fortalecimiento del gasto público con la atracción de inversión privada hacia áreas estratégicas como infraestructura, energía y sostenibilidad. Esta aproximación híbrida maximiza los recursos disponibles y fomenta la participación del sector privado en el desarrollo nacional.
La reforma contempla ajustes en los incentivos de sectores fundamentales para la economía dominicana, incluyendo el turismo, el cine, la industria, la cadena textil y los fideicomisos de ley de mecenazgos. Estas medidas buscan equilibrar la necesidad de recaudación con el mantenimiento de la competitividad sectorial.
La Importancia de Actuar: Advertencias y Oportunidades
Los expertos económicos han advertido sobre los riesgos de postergar indefinidamente las reformas fiscales necesarias (advertencias sobre postergar la reforma). El economista Franklin Vásquez ha señalado que el país podría caer en una situación fiscal restrictiva caracterizada por bajo nivel de inversión pública, elevado endeudamiento y gasto corriente descontrolado.
Esta advertencia, lejos de ser alarmista, debe interpretarse como una llamada a la acción que destaque la urgencia de implementar cambios estructurales. La inversión pública en infraestructura -carreteras, escuelas, hospitales y acueductos- ha permanecido en niveles históricamente bajos, posiblemente cerrando este año por debajo del dos por ciento del producto interno.
Un Futuro Prometedor para República Dominicana
Las circunstancias actuales presentan una oportunidad única para que República Dominicana consolide su posición como líder económico regional. El país cuenta con las condiciones necesarias para implementar una reforma fiscal exitosa: instituciones sólidas, un sector privado dinámico, apoyo internacional y una población resiliente que ha demostrado su capacidad de adaptación y crecimiento.
La experiencia acumulada, tanto de los éxitos pasados como de las lecciones aprendidas del proceso anterior, proporciona una base sólida para diseñar una reforma que goce de amplio consenso social. El diálogo constructivo entre gobierno, sector privado y sociedad civil será fundamental para construir un marco fiscal que responda a las necesidades del país sin comprometer su competitividad.
La reforma fiscal representa más que una necesidad técnica; constituye una oportunidad histórica para fortalecer las instituciones dominicanas, reducir la dependencia del endeudamiento externo y crear las condiciones para un crecimiento económico sostenible que beneficie a todos los dominicanos. Con el liderazgo adecuado, el diálogo constructivo y el compromiso de todos los sectores, República Dominicana está preparada para escribir un nuevo capítulo de prosperidad y desarrollo en su historia económica.
Referencias usadas en Artículo
- Creen allanan camino para una reforma fiscal
- El presidente dominicano anuncia el retiro del cuestionado proyecto de reforma fiscal
- Fiscal reform can help Dominican Republic attract greater investment
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