La Cotorra Dominicana
La cotorra dominicana (Amazona ventralis) es un hermoso loro endémico de la isla La Española, compartida por República Dominicana y Haití. Esta ave, con su brillante plumaje verde, frente blanca, manchas rojas y amarillas en el vientre, y toques de azul en las alas, es un emblema de la rica biodiversidad de la isla 1. Sin embargo, la cotorra se encuentra actualmente en peligro de extinción.
Hábitat
La cotorra dominicana habita en una variedad de ambientes boscosos hasta los 1,500 metros sobre el nivel del mar, desde palmares de sabana áridos, bosques de pinos, hasta selvas húmedas de montaña 2. Frecuentemente busca alimento en tierras cultivadas como platanales y maizales. Se encuentra en bosques, arboledas y matorrales donde haya frutos y semillas adecuados. Las poblaciones se han limitado a reservas forestales y parques nacionales como Jaragua, Cotubanamá y Los Haitises3.
Alimentación
En su hábitat natural, la dieta de la cotorra dominicana consiste principalmente en frutas, semillas, nueces y brotes tiernos4. Consumen semillas o frutos de árboles como Caesalpinia, Psidium y Ficus5. En cautiverio, se les puede alimentar con una variedad de frutas frescas a diario, complementando con alimentos preparados que contienen vitaminas y minerales un par de veces por semana6.
Reproducción
Las cotorras dominicanas forman parejas de por vida y anidan en cavidades de árboles o nidos abandonados por otras aves, ya que no excavan sus propias cavidades7.
La época reproductiva generalmente comienza en enero, aunque a veces se extiende de febrero a marzo hasta el verano8.Ponen de 2 a 4 huevos que incuban por unos 25 días. Los pichones permanecen con sus padres hasta que puedan comer por sí solos y volar, lo que puede tomar de 2 a 3 años hasta su maduración completa9. En cautiverio, pueden vivir hasta 80 años con los cuidados adecuados10.
Estado de Conservación
Lamentablemente, la cotorra dominicana se considera una especie vulnerable a la extinción según la Lista Roja de la UICN11. Se estima que la población silvestre ronda entre 6,000 a 15,000 individuos maduros12.
Las principales amenazas son la destrucción de su hábitat por deforestación para agricultura, producción de leña y carbón, así como la captura ilegal de pichones para el tráfico de mascotas13. A pesar de estar protegida por ley, todavía existe un comercio clandestino de cotorras14.
Actualmente, las poblaciones silvestres se encuentran confinadas casi exclusivamente a áreas protegidas15. Es vital tomar medidas estrictas contra las amenazas y desarrollar programas integrales de conservación, incluyendo reproducción en cautiverio regulada, para evitar que esta emblemática especie desaparezca16.
La majestuosa cotorra dominicana enfrenta una lucha por su supervivencia. Sólo con esfuerzos concertados de protección de hábitat, aplicación de leyes, educación ambiental y reproducción en cautiverio, podremos asegurar que esta joya endémica continúe adornando los cielos de La Española por generaciones venideras.
(** Note: This article was migrated from a legacy system on 7/15/2023)