“Las letras causaban conflicto con mi conciencia, pero me dieron unos tragos y las grabé. Esas canciones sonaban en todas las radios. Ese fue un trofeo de parte de Satanás”, aseguró.
Conmovedoras declaraciones de El General, quien pasó de la música a la religión
Vicios, fiestas y lujos, fueron diversas las tentaciones que marcaron la carrera del panameño Edgardo Armando Franco, conocido en todo el mundo como El General, quien dejó todo por seguir su fe y amor a Dios, por lo que tomó la decisión de formar parte de los Testigos de Jehová.
Temas como: “Juana, pélame la banana”, “No me trates de engañar”, “Muévelo” y “Rica y apretadita”, interpretados por el artista que en la actualidad tiene 47 años pusieron a bailar a miles de personas a nivel mundial. Sin embargo, el vacío existencial no cesaba a pesar de los logros que acumulaba en su dilatada carrera musical.
“Las letras causaban conflicto con mi conciencia, pero me dieron unos tragos y las grabé. Esas canciones sonaban en todas las radios. Ese fue un trofeo de parte de Satanás”, aseguró.
En el video publicado por “Jw.org” en YouTube el artista aseguró que su sueño de niño siempre fue el de convertirse en un afamado cantante, pero que realmente esos deseos no venían de su corazón, razón por la que ahora dice que su talento lo enfoca para 100 por ciento en alabar a Dios.
“Gracias a los hermanos que me mostraron con la Biblia qué tan lejos había ido y que había traicionado a Jehová”, añadió sobre su nueva vida lejos de la fama y la música comercial. “Jehová nos da los talentos y queremos utilizar nuestro talento para Jehová. Uno nunca debe darle la espalda a Jehová, uno debe ser fuerte”, expresó el cantante.
Luego de una exitosa carrera en la industria musical y de ser considerado como uno de los padres de lo que hoy se conoce como el reggaetón, el cantante anunció su retiro de los escenarios en el año 2004, desde entonces se dedica a predicar la palabra de Dios.
Fuente: Jw.org
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