El paso de la Tormenta Melissa por el territorio nacional ha puesto a las autoridades sanitarias del país en estado de máxima alerta. La movilización de instituciones de salud, sociedades médicas especializadas y el Colegio Médico Dominicano (CMD) refleja la magnitud del desafío que enfrentan nuestras comunidades frente a los riesgos epidemiológicos que acarrean las abundantes lluvias e inundaciones generadas por este sistema tropical.
El Colegio Médico Dominicano ha planteado la urgencia de detectar y mapear las zonas más afectadas por las precipitaciones para el establecimiento de cordones epidemiológicos que contengan la propagación de enfermedades infectocontagiosas. El gremio médico enfatiza que la distribución oportuna de jabón y cloro por parte del Ministerio de Salud Pública resulta fundamental, al igual que la colaboración coordinada entre todas las instituciones competentes en materia sanitaria.
"Todos, Colegio Médico Dominicano y demás instituciones, debemos estar al lado del Ministerio de Salud Pública para educar, participar, comunicar y orientar a la población sobre las medidas a tomar en estos momentos y así mitigar la propagación de brotes epidémicos", señalaron los representantes del CMD.
El estancamiento de aguas: caldo de cultivo para enfermedades
La Sociedad Dominicana de Infectología coincide con estas consideraciones y ha emitido una alerta epidemiológica exhortando a mantener vigilancia sanitaria rigurosa ante las lluvias e inundaciones que afectan especialmente a las provincias del Sur, Norte y la zona fronteriza. El estancamiento de aguas e inundaciones crea condiciones propicias para la propagación de múltiples brotes infecciosos, situación que se ve agravada por la epidemia de cólera que actualmente experimenta Haití, incrementando significativamente el riesgo de transmisión en las áreas fronterizas como Dajabón, Elías Piña, Independencia y Pedernales. La evidencia respalda que estos eventos naturales pueden facilitar la introducción de enfermedades como el cólera y otras infecciones gastrointestinales si no se toman medidas rigurosas de control sanitario.
El Centro de Operaciones de Emergencia ha elevado el nivel de alerta roja para nueve provincias y el Distrito Nacional, incluidas Barahona, San Cristóbal, Santo Domingo, San José de Ocoa, San Juan, Azúa, Peravia y Pedernales, manteniendo otras provincias bajo alertas amarillas y verdes para fortalecer el monitoreo y las acciones de prevención.
Enfermedades infecciosas que amenazan
Entre las principales enfermedades infecciosas que pueden surgir tras eventos climáticos como la Tormenta Melissa se encuentran las enfermedades diarreicas agudas, incluyendo el cólera y la hepatitis A, transmitidas principalmente por el consumo de agua o alimentos contaminados. La leptospirosis representa otro riesgo importante, resultado del contacto con aguas o lodo contaminados con orina de animales. El dengue tiende a proliferar debido al aumento de mosquitos en aguas acumuladas, mientras que las infecciones cutáneas y de heridas resultan del contacto directo con aguas sucias. Las infecciones respiratorias constituyen un riesgo adicional por la exposición a moho en viviendas anegadas. Diversos reportes sobre las patologías más frecuentes en el país corroboran la vigilancia permanente sobre estas afecciones, en particular tras fenómenos meteorológicos adversos.
La experiencia acumulada demuestra que República Dominicana ha sido capaz de contener exitosamente brotes epidémicos. Durante el presente año 2025, el Ministerio de Salud Pública y el Sistema Nacional de Salud han informado que no se han registrado muertes por dengue, lo que refleja la efectividad de los protocolos de vigilancia epidemiológica y las medidas preventivas implementadas por las autoridades sanitarias según los datos oficiales recientes.
Medidas preventivas esenciales para toda la población
Ante esta situación, la Sociedad Dominicana de Infectología y el Colegio Médico Dominicano ofrecen recomendaciones preventivas específicas que toda la población dominicana debe considerar seriamente:
En relación al agua, se debe consumir únicamente agua hervida durante 1 a 3 minutos o desinfectada con dos gotas de cloro por litro. Es fundamental rechazar cualquier agua de procedencia dudosa.
Frente a aguas contaminadas, la población debe evitar el contacto directo con aguas de inundación y abstenerse de caminar descalzo en zonas inundadas. En caso de exposición accidental, es imprescindible lavar el cuerpo completamente con agua y jabón, cubriendo adecuadamente cualquier herida.
La higiene personal requiere lavarse las manos frecuentemente, especialmente antes de comer y después de usar el baño. Es necesario mantener el cuerpo limpio, seco y cubierto en todo momento.
El saneamiento ambiental implica eliminar la basura acumulada y el agua estancada, garantizando la correcta disposición de desechos y excretas. Este aspecto resulta crítico para prevenir la proliferación de vectores.
El control de mosquitos se logra tapando los envases y manteniendo los patios limpios para evitar la formación de criaderos de insectos transmisores.
La vacunación permanece como medida preventiva fundamental. Cada dominicano debe verificar que sus vacunas estén actualizadas, siendo la antitetánica especialmente importante en contextos post-inundación.
La prevención social requiere evitar el hacinamiento y el contacto cercano con grandes grupos de personas durante estos períodos de riesgo epidemiológico.
La búsqueda de atención médica oportuna es imprescindible. Bajo ninguna circunstancia se debe recurrir a la automedicación. Ante la presencia de fiebre, diarrea intensa, ictericia o sangrado, la población debe acudir de inmediato al centro de salud más cercano para recibir diagnóstico y tratamiento profesional.
Refuerzo de controles fronterizos
Las autoridades dominicanas de salud han intensificado los controles en los pasos fronterizos, particularmente en Dajabón. Desde hace pocos días, inspectores del Ministerio de Salud Pública se encuentran desplegados en el puente fronterizo aplicando protocolos sanitarios rigurosos. Se ha implementado la prohibición del ingreso de alimentos cocidos desde Haití, reconocidos como fuente de contagio del Vibrio cholerae, bacteria causante del cólera, tal como se ha reportado en las iniciativas de prevención en la frontera.
La distribución de materiales educativos tanto en español como en creole busca sensibilizar a las comunidades fronterizas sobre la importancia de la prevención. En el mercado binacional, uno de los puntos más concurridos, se han reforzado las medidas preventivas con inspecciones de productos y distribución de folletos informativos sobre el manejo seguro de alimentos.
Los hospitales de las provincias fronterizas y del Sur se encuentran preparados para atender cualquier caso sospechoso de cólera o de otras enfermedades infecciosas, permitiendo una respuesta rápida y coordinada ante cualquier emergencia sanitaria.
En momentos como estos, la unidad nacional y la disposición de los dominicanos a cuidar tanto su propia salud como la de sus familias y comunidades resultan determinantes. La solidaridad comunitaria y el cumplimiento responsable de las medidas preventivas constituyen el mejor escudo contra la propagación de enfermedades infecciosas. República Dominicana ha demostrado capacidad para superar crisis sanitarias, y con la información adecuada y las acciones coordinadas de todos los sectores, volveremos a demostrar que nuestra resiliencia como pueblo es inquebrantable.
Referencias usadas en Artículo
- Refuerzan prevención del cólera en frontera
- Principales patologías en RD
- Salud Publica y SNS aseguran que 2025 ha transcurrido sin muertes por dengue
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