La República Dominicana despidió este domingo a uno de sus más destacados economistas, Ramón Pérez Minaya, figura fundamental en el desarrollo del pensamiento económico nacional y la modernización institucional del país. Su partida representa una pérdida significativa para la comunidad académica y económica dominicana, aunque su legado permanecerá como referencia para las futuras generaciones de profesionales. La noticia fue confirmada por el economista y abogado José Alfredo Guerrero a través de sus redes sociales, quien expresó su dolor ante la partida de quien consideraba un gran mentor. "Ramón Pérez Minaya, economista inteligente, dinámico y capaz, que vivió como lo indican sus iniciales y lo llamaban sus colegas, RPM, le llegó su último minuto. ¡Hasta pronto, gran mentor y amigo de generaciones!", escribió Guerrero, sintetizando el respeto y admiración que despertaba este ilustre profesional. El empresario y diplomático Hugo Guiliani Cury también se sumó a las expresiones de pesar, destacando la capacidad única de Pérez Minaya para comunicar ideas económicas complejas de manera accesible: "Ramón fue un economista de pensamiento propio que exponía y escribía en forma sencilla sobre cómo podíamos superar nuestro atraso económico y social. Sus libros son una muestra de ello", expresó en sus redes sociales, reconociendo el valor pedagógico y transformador de su obra intelectual.
Un pionero del pensamiento económico dominicano
Ramón Pérez Minaya perteneció a la primera generación de economistas dominicanos formados después del fin de la dictadura de Trujillo, un período histórico crucial para la construcción de las instituciones democráticas y económicas del país. Esta posición le permitió ser parte de los profesionales que sentaron las bases del desarrollo económico moderno de la nación, aportando visión técnica y compromiso con el progreso nacional en momentos determinantes de la historia dominicana. Su formación y trayectoria profesional estuvieron marcadas por una profunda dedicación al estudio de los problemas económicos nacionales y a la búsqueda de soluciones viables para impulsar el desarrollo del país. Pérez Minaya no solo fue un técnico brillante, sino también un intelectual comprometido con la transformación social y económica de la República Dominicana.
Contribuciones al sector público y la planificación nacional
La carrera de Pérez Minaya en el sector público dominicano estuvo marcada por posiciones de alta responsabilidad donde dejó una huella indeleble. Como subgerente técnico del Banco Central de la República Dominicana, participó en la formulación de políticas monetarias y financieras fundamentales para la estabilidad económica del país. Su trabajo en esta institución contribuyó a fortalecer la capacidad técnica de una de las entidades más importantes del sistema económico nacional. En su rol como subsecretario técnico de la Presidencia, Pérez Minaya tuvo la oportunidad de asesorar directamente en la toma de decisiones estratégicas para el desarrollo nacional. Su visión técnica y su capacidad analítica fueron recursos invaluables para los gobiernos que tuvieron el privilegio de contar con sus servicios. Como director de la Oficina Nacional de Planificación, impulsó políticas orientadas al fortalecimiento institucional y a la eficiencia de la gestión pública. Desde esta posición estratégica, contribuyó al diseño de planes y estrategias que buscaban modernizar el aparato estatal y hacerlo más eficiente en su servicio a la ciudadanía. Su trabajo en planificación fue fundamental para establecer metodologías y enfoques que todavía influyen en la manera en que se concibe el desarrollo nacional.
Legado académico en el INTEC
La vinculación de Ramón Pérez Minaya con el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) fue una de las más duraderas y fructíferas de su carrera profesional. Desde la década de 1970, estuvo estrechamente ligado a esta prestigiosa institución académica, donde ocupó múltiples posiciones de liderazgo que contribuyeron significativamente al desarrollo institucional. Como director ejecutivo y secretario ex officio del Centro de Asistencia Técnica del INTEC (CEAT), Pérez Minaya jugó un papel crucial en el fortalecimiento de las capacidades de investigación y consultoría de la universidad. El CEAT se convirtió bajo su dirección en un puente importante entre la academia y el sector productivo, permitiendo que el conocimiento generado en las aulas se tradujera en soluciones prácticas para empresas y organizaciones. Su labor como director ejecutivo del Proyecto de Modernización de la Universidad, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en los años ochenta, fue fundamental para la transformación del INTEC en una institución moderna y competitiva. Este proyecto permitió actualizar infraestructuras, mejorar programas académicos y fortalecer las capacidades docentes, sentando las bases para que el INTEC se consolidara como una de las universidades más prestigiosas del país. La institución reconoció su dedicación y contribuciones a lo largo de décadas de servicio, consolidándolo como una de las figuras más influyentes en la historia de esta casa de estudios superiores. Su visión sobre la educación superior y su capacidad para gestionar proyectos complejos de desarrollo institucional dejaron un modelo a seguir para futuras generaciones de administradores académicosReconocimiento a su trayectoria en INTEC.
Un pensador económico accesible y comprometido
Una de las características más valiosas de Ramón Pérez Minaya fue su capacidad para hacer accesible el pensamiento económico a audiencias amplias. A diferencia de muchos economistas que se refugian en tecnicismos y jerga especializada, él supo comunicar ideas complejas de manera clara y sencilla, permitiendo que más dominicanos comprendieran los desafíos económicos del país y las posibles vías para superarlos. Sus escritos y publicaciones se caracterizaron por abordar con profundidad y rigor técnico los problemas del desarrollo económico dominicano, pero siempre con un lenguaje que buscaba educar e informar al público general. Esta vocación pedagógica fue un sello distintivo de su trabajo intelectual y una contribución invaluable a la democratización del conocimiento económico en el paísEl desarrollo y la opción neoliberal. Pérez Minaya desarrolló un pensamiento propio sobre los desafíos del desarrollo dominicano, no limitándose a replicar teorías foráneas, sino adaptando y creando enfoques que respondieran a las realidades específicas del contexto nacional. Esta capacidad de pensar críticamente y proponer soluciones contextualizadas es uno de los legados más importantes que deja a la comunidad económica y académica dominicana.
Un legado permanente para el desarrollo nacional
La partida de Ramón Pérez Minaya representa un momento de reflexión sobre las contribuciones de una generación de profesionales que dedicaron sus vidas a construir las bases del desarrollo económico dominicano. Su trayectoria en el sector público, su compromiso con la educación superior y su capacidad para pensar el desarrollo desde una perspectiva propia y contextualizada son ejemplo inspirador para las nuevas generaciones de economistas, planificadores y servidores públicos. El economista dejó una huella profunda en múltiples instituciones clave para el desarrollo nacional: el Banco Central, la Presidencia de la República, la Oficina Nacional de Planificación y el INTEC. En cada una de estas instituciones, su paso significó avances en la capacidad técnica, en la calidad del análisis económico y en la formulación de políticas públicas orientadas al bienestar colectivo. Su legado trasciende los cargos que ocupó y las instituciones que sirvió. Ramón Pérez Minaya representa un modelo de profesional comprometido con su país, capaz de combinar excelencia técnica con visión humanista, rigor analítico con capacidad de comunicación, y conocimiento especializado con vocación de servicio público. Estos valores y capacidades son precisamente los que la República Dominicana necesita cultivar en sus nuevas generaciones de profesionales para continuar avanzando en el camino del desarrollo sostenible y la prosperidad compartida. La comunidad económica, académica y el país en general despiden a un gran dominicano cuyas contribuciones seguirán inspirando y guiando los esfuerzos por construir una nación más próspera, justa y desarrollada. Su memoria permanecerá viva en las instituciones que ayudó a fortalecer, en los estudiantes que formó, en los colegas que inspiró y en todos aquellos dominicanos que se beneficiaron directa o indirectamente de su trabajo incansable por el progreso nacional.
Referencias usadas en Artículo
- Muere el economista Ramón Pérez Minaya
- Reconocimiento a su trayectoria en INTEC
- El desarrollo y la opción neoliberal
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