Con una determinación que refleja el sentimiento de miles de dominicanos, el cantante y exponente de música urbana Toxic Crow se presentó este domingo en las inmediaciones del Palacio de Justicia, donde se conocería la decisión sobre las medidas de coerción en el emblemático caso de corrupción que ha sacudido al Seguro Nacional de Salud. Su presencia no fue casual; fue parte de un movimiento ciudadano convocado por organizaciones como Somos Pueblo, la Antigua Orden Dominicana y la Fundación Justicia y Transparencia, en el que diversas figuras públicas, activistas sociales y ciudadanos se unieron en defensa de los principios fundamentales de justicia y equidad, sumándose figuras como Santiago Matías y Ceky Vicini a este llamado patriótico convocatoria a protesta por caso SENASA.
Durante su intervención ante los manifestantes, Toxic Crow cuestionó de manera enérgica la actuación de la justicia dominicana frente a los señalamientos de corrupción que han involucrado a funcionarios del sistema de seguridad social arremete contra el caso SENASA. Su discurso, cargado de una indignación justificada, resonó entre quienes comprenden que la impunidad no puede ser una opción en una nación que clama por instituciones fuertes y transparentes.
El artista enfatizó que la devolución parcial de fondos presuntamente sustraídos no debe implicar consecuencias menos severas para los responsables. En su perspectiva, permitir que quienes han cometido desfalcos millonarios eludan medidas de coerción rigurosas mediante la restitución de solo una fracción de lo robado genera un mensaje pernicioso a la sociedad. Como expresó con claridad durante la protesta: "La justicia está diciendo que se puede robar mucho y luego irse a la casa" crítica a corrupción política durante protesta.
Este llamado de Toxic Crow refleja una preocupación profunda compartida por muchos dominicanos respecto a la desigualdad ante la ley. El exponente urbano comparó la situación de los presuntamente responsables del desfalco a SENASA con otros casos de menor envergadura que han recibido sanciones mucho más rigurosas, evidenciando lo que considera un trato discriminatorio en la aplicación de la justicia. Para él, y para quienes lo acompañaban en la protesta, esta inconsistencia no es meramente una cuestión procesal, sino una ofensa a los principios que debe defender cualquier sistema judicial digno.
El artista también abordó un aspecto crucial que trasciende lo legal: la responsabilidad colectiva. Señaló que quienes se habían beneficiado de los recursos presuntamente malversados o guardaron silencio ante estas prácticas también deben ser considerados cómplices en esta trama de corrupción. Esta perspectiva amplía la conversación nacional sobre la importancia de la transparencia y la vigilancia ciudadana en las instituciones públicas.
Un momento particularmente significativo de su intervención fue cuando Toxic Crow abordó la cuestión de las apariencias y los prejuicios. Con una lógica demoledora, comparó cómo quienes ostentan tatuajes o una apariencia urbana suelen enfrentar prejuicios automáticos de delincuencia, mientras que otros, con una imagen más convencional, logran proyectar respetabilidad incluso cuando están acusados de crímenes de magnitud considerable. "La apariencia engaña", fue su reflexión, subrayando que la responsabilidad por los actos no depende de cómo se ve una persona, sino de lo que efectivamente ha hecho.
En cuanto a los alegatos de salud presentados por la defensa del principal imputado, Santiago Marcelo Hazim Albain, Toxic Crow fue contundente. Señaló que el sistema penitenciario del país cuenta con los mecanismos necesarios para brindar atención médica a los privados de libertad. Esta observación es especialmente relevante porque rebate uno de los argumentos más utilizados para solicitar medidas alternativas a la prisión preventiva. Para el artista, los problemas de salud no pueden servir como escudo para evadir las consecuencias de decisiones que afectaron negativamente la vida de millones de dominicanos que dependen del sistema de seguridad social protesta en el Palacio de Justicia y alegatos de salud.
Toxic Crow también dirigió un mensaje claro a los legisladores y funcionarios públicos, recordándoles que fueron electos con el voto y los impuestos de la ciudadanía. En sus palabras: "Usted estudió para servirle al pueblo, no para ponerse de la mano con entramados de ladrones que nosotros mismos ayudamos a subir al poder". Este llamado resuena como un recordatorio fundamental de que la formación académica y la preparación profesional no son justificaciones para la traición a la confianza pública.
El artista y empresario también hizo énfasis en la necesidad de transparencia en el manejo de cualquier recurso que sea recuperado en el caso. Mencionó específicamente la importancia de que estos fondos no vuelvan a manos de quienes los malversaron y recordó su experiencia como contribuyente que paga millones de pesos en impuestos anuales, incluyendo gravámenes como el Impuesto al Patrimonio Inmobiliario. Su pregunta fue directa: ¿cómo es posible que alguien pueda resolver una presunta sustracción de miles de millones devolviendo apenas "un par de pesos" y luego disfrutar de libertad en arresto domiciliario?
Lo que hizo Toxic Crow durante esta protesta trasciende lo puramente político o legal. Representó la voz de un pueblo que exige que sus instituciones funcionen con rectitud, que la ley sea aplicada con equidad para todos, y que la corrupción no sea recompensada con medidas benevolentes. Su presencia, junto a otros activistas, comunicadores y ciudadanos, envió un mensaje inequívoco: la sociedad dominicana está atenta, consciente y dispuesta a defender sus derechos.
El exponente urbano advirtió también sobre lo que denominó el "plan B" del pueblo: si las decisiones judiciales que se tomen consideran injustas, la ciudadanía tiene todo el derecho a expresar su inconformidad mediante manifestaciones pacíficas y legales, reafirmando su llamado a protestar si se impone arresto domiciliario llama a protestar si imponen arresto domiciliario. No fue una amenaza, sino una advertencia fundada en el derecho ciudadano a protestar por la aplicación de la justicia.
Esta movilización, que reunió a miles de dominicanos en el Palacio de Justicia, representa un punto de inflexión en la lucha contra la corrupción en el país. El movimiento ciudadano demuestra que, aunque los sistemas pueden fallar, el pueblo conserva su capacidad de exigir rendición de cuentas. Toxic Crow, en su rol como artista y ciudadano comprometido con su nación, se convirtió en vocero de esa demanda de justicia que resuena en todos los rincones de la República Dominicana.
Su mensaje, simple pero poderoso, es que en una verdadera democracia ninguna persona, por su posición, educación o apariencia, está por encima de la ley. Que la justicia debe ser igual para todos. Y que el pueblo dominicano nunca aceptará que la corrupción sea recompensada con medidas benevolentes. En estas palabras y en esta protesta pacífica se resume el compromiso de una nación que rehúsa seguir siendo víctima de la impunidad, y que reclama el derecho a vivir en un país donde la transparencia y la igualdad ante la ley no sean aspiraciones, sino realidades consolidadas.
Referencias usadas en Artículo
- Toxic Crow, Santiago Matías y Ceky Vicini se unen a convocatoria a protesta por caso SENASA
- Toxi Crow critica corrupción política y exige sanciones ejemplares durante protesta frente al Palacio de Justicia
- Toxic Crow arremete contra caso SENASA
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