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La Isabela

La primera ciudad del Nuevo Mundo, y donde comenzó la evangelización hace 525 años

estigios de edificaciones en piedras, como la casa de Cristóbal Colón, la iglesia, el primer ayuntamiento de las Américas, del cementerio taíno-español, la alhóndiga real y de otras edificaciones permanecen de lo que fuera la primera ciudad del Nuevo Mundo, fundada por el almirante en su segundo viaje a la isla.

Aunque en progresivo deterioro, muros hechos en bloques en cal y argamasa, han sobrevivido a las inclemencias del tiempo y a las manos despiadadas de algunos hombres, evidenciando la que fuera la villa fundada por más de 1,300 personas que vinieron junto al almirante en 17 embarcaciones, fundando allí un centro urbano, a finales de diciembre de 1493 y a principios de enero de 1494. Relata la historia que estos hombres se asentaron en lo que hoy día es el Parque Nacional Arqueológico e Histórico – Museo de Sitio Villa de La Isabela, cuando Colón vio que el Fuerte de la Navidad, que había construido en su primer viaje, había sido destruido por los indígenas, que previamente habían asesinado a los españoles, supuestamente en represalia, porque estaban tomando sus mujeres.

El historiador Edwin Espinal Hernández, presidente del Comité Dominicano del ICOMOS, resalta el valor histórico de este lugar, que fue la primera ciudad europea en el Nuevo Mundo, por lo que se ha tramitado su declaratoria como Patrimonio Cultural de la Humanidad ante la UNESCO.

Explica que como evidencia del primer asentamiento europeo en América existen restos de las fundaciones de edificaciones de piedra, entre ellas las de la casa de Cristóbal Colón.

El historiador precisa que los cimientos no son tan abundantes como pudiera pensarse, pues es conocida la anécdota de que, durante la Era de Trujillo el lugar fue barrido con un tractor, expresión de una mal entendida orden de que debía ser limpiado.
Del lugar donde se celebró la primera misa en América, existen los cimientos de la iglesia en la que se ofició, el 6 de enero de 1494 por fray Bernardo Boyl.

En la Isabela histórica, queda además el cementerio, donde se observan decenas de tumbas, tanto de indios como de españoles que fallecieron producto de una serie de enfermedades para las cuales los españoles no estaban preparados.

Aunque bastante deteriorado, también está el Museo del Parque de La Isabela, producto de investigaciones hechas en la década de 1989 a 1999 por arqueólogos del Florida Museum of Natural History en colaboración con la Dirección Nacional de Parques de la República Dominicana, y la Universidad Nacional y Experimental Francisco de Miranda de Venezuela. Allí se habían reunido varias piezas indígenas y españolas.

De acuerdo a lo declarado por Espinal Hernández, los restos de la casa de Colón, es uno de los sitios del patrimonio cultural dominicano en peligro. El historiador informa que existe un “Plan para la puesta en valor y gestión sostenible del Parque Histórico de La Isabela”, aprobado por decreto 38-17, de fecha 13 de febrero de 2017, del Poder Ejecutivo.

“Este proyecto tiene como ejes estratégicos la rehabilitación y puesta en valor del parque, su gestión administrativa y la de su sitio arqueológico y ambiente natural, así como la integración de la comunidad de cara a su desarrollo sostenible”, detalla Espinal Hernández, al tiempo de informar, que el mismo será ejecutado por la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental y la Agencia Española de Cooperación Internacional.

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El arquitecto Darío Franco Hernández, vicepresidente de la Fundación Comienza Isabela, deplora la situación de abandono en que se encuentra este lugar histórico y el museo construido allí.

Considera, que desde hace muchos años ha requerido una intervención de reconstrucción del Museo del Parque de La Isabela, al cual se le han ido algunos de los techos, tras el paso de huracanes y no se han reparado. También denuncia que las exposiciones existentes están abandonadas totalmente y las piezas se han perdido. En ese sentido, expresó que José Antonio Rodríguez, cuando era ministro de Cultura dijo que la tenía en custodia. “El hecho es que las piezas no están en el museo”.

Los vestigios de la casa de Cristóbal Colón están en peligro de extinción, ya que de acuerdo a lo explicado por Franco Hernández, la corrosión que el mar está haciendo, más la escorrentía del agua de lluvia, lo están destruyendo.

“De la casa queda un muro de unos 40 centímetros de altura, como casa queda muy poco, pero lo importante para la historia no es el mobiliario, sino el lugar. Hablan de un plan para repararlo, pero no hacen nada, la memoria histórica se va a perder. A veces pienso si es que los empleados de Cultura son empleados de Haití que quieren que se pierda nuestro patrimonio para igualarnos a Haití, si perdemos nuestro patrimonio, no tendremos nada nuestro”, expresa el arquitecto.

Considera que la importancia que tiene La Isabela en términos turísticos y culturales es extraordinaria, porque no existe en ninguna parte de América un lugar con tanta importancia como éste, porque fue el primer encuentro de las dos culturas.

“Aunque fue un encuentro abusivo que exterminó nuestra raza aborigen, es el lugar más importante en términos turísticos, eso debería estar lleno constantemente de turistas conociendo la historia del Descubrimiento de América, del encuentro de América y de la invasión como le llamo al Continente Americano, no llamo descubrimiento, porque en el momento del descubrimiento habían miles de poblaciones indígenas en toda América con astrología, astronomía y dominio de la ingeniería”, expresa el arquitecto.

Lamenta que el anunciado plan para rescatar La Isabela se ha quedado en palabras, y que pese a que el pasado año fue declarado lugar de peregrinación por la Iglesia católica a propósito del 525 aniversario de la primera eucaristía, solo se habilitó para ese momento.

Dice que a los peregrinos que van donde se celebró la primera misa se le muestra sólo el sitio histórico, y que se está contando la historia segmentada, ya que los guías locales han hecho un esfuerzo ellos mismos por poder guiar, decir las cosas, sin embargo le falta capacitación.

“Esos guías pudieran enviarse a capacitarse mejor y dar una explicación en varios idiomas a los turistas que lleguen, sin embargo La Isabela sigue todavía durmiendo un sueño eterno”, considera Franco Hernández, al tiempo de denunciar que se ha convertido en un pueblo fantasma, la gente ha ido abandonado el lugar, quedan algunas personas mayores, porque la juventud ha perdido la esperanza de que en ese lugar haya una fuente de trabajo, siendo un lugar extraordinariamente rico en historia.

El representante de la Fundación Comienza Isabela considera que debido a lo extraordinaria que es la historia de los aborígenes, debiera conocerla todo el mundo, sin embargo a veces van una o dos guaguas los fines de semana, y los artesanos venden tímidamente, porque no hay un gran mercado.

“Se ha abandonado, las propiedades inmobiliarias no tienen valor, el terreno no tiene valor, los restaurantes apenas sobreviven, los artesanos apenas venden una que otra cosita, porque la población que va es muy poca, la parte histórica no se promociona, la parte cultural académica en las escuelas públicas que deben de ir allí en autobuses tampoco se logra, debieran ir cientos de autobuses al año para que los jóvenes aprendan de lo que pasó en ese lugar, porque si no se lo cuentan no se enteran, lo que ven es un terreno pelado con algunas construcciones en piedras a medio terminar y no se enteran de todo lo que ha pasado allí”, lamenta.

(** Note: This article was migrated from a legacy system on 7/15/2023)

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